Asturias Naturaleza Minera
Un legado industrial único, donde la tradición y la modernidad se entrelazan, invitando a explorar la historia y la transformación de Asturias
Vía Verde de La Camocha
La Vía Verde de La Camocha sigue el trazado del antiguo ferrocarril minero que unía la mina de La Camocha con Veriña y el Puerto del Musel en Gijón. Este itinerario, que sigue buena parte del trazado del ferrocarril minero que comunicaba los pozos de La Camocha con Veriña, parte de El Poblao de Santa Bárbara (Tremañes), barrio de origen industrial de los años cincuenta del s. XX, y fácilmente accesible por la avenida de Oviedo/Uviéu.
El ferrocarril de Veriña a La Camocha fue construido para dar salida a la producción del rico coto hullero que se explotaba en esta zona gijonesa y que ofrecía problemas de transporte a pesar de su óptima ubicación respecto al puerto del Musel.
Esta situación se hace crítica en la posguerra ante la falta de elementos para el tráfico por carretera y la fortísima demanda de carbón, circunstancias que obligan a plantear la solución ferroviaria. Por esto, la Sociedad Felgueroso, propietaria del pozo La Camocha, solicita en 1942 la concesión de un ferrocarril industrial en ancho ibérico, que llevara el mineral al puerto.
Finalmente, la concesión del ferrocarril recae en el Instituto Nacional de Industria, aunque, en términos reales de funcionamiento, fue Renfe la responsable de la explotación y mantenimiento de este ramal a lo largo de toda su historia. En servicio desde 1949 hasta 1986, en sus casi 9 km de trazado se transportaron toneladas de carbón hasta años de la década de los ochenta, cuando se trasvasó este tráfico a la carretera.
Para la construcción del ferrocarril se aprovechó, prácticamente en su integridad, la explanación realizada, casi desde principios del siglo pasado, para el ferrocarril de Gijón a San Martín del Rey Aurelio; una línea de vía ancha construida como alternativa al congestionado ferrocarril del Langreo y que pretendería, al igual que aquél, unir la cuenca minera del Nalón con el puerto del Musel. Se llevó a cabo la mayor parte de la explanación, con algunos importantes túneles, pero sólo este primer tramo aledaño a Gijón llegó a contar con carriles.
Tras el cierre del ferrocarril, y más de una década de abandono, el Ayuntamiento de Gijón asumió la recuperación de este trazado como una nueva Vía Verde, una de las pioneras en España. Muy cerca, el Museo del Ferrocarril de Asturias conserva en estado de marcha una locomotora de vapor, la SAF, acompañada de otra locomotora diésel y varios vagones mineros muy interesantes.
Desde la pista polideportiva nuestro recorrido empieza descendiendo una suave pendiente, al lado de la extensa finca Quinta La Torre, antiguo palacio de los marqueses de Casa Tremañes, y a poca distancia de la autopista. La bajada acaba frente a los campos de fútbol, en las inmediaciones de la fuente El Morteru, donde fue hallada la estela consagrada a la diosa romana de la salud Fortuna Balnearis. La vía verde sigue en paralelo al arroyo Pilón, en un tramo con abundante arbolado y vegetación de ribera, y que cruzaremos por un puente peatonal de madera para entrar en La Fana, parroquia de Roces.
En Roces pasamos bajo la carretera de Oviedo/Uviéu, saliendo luego a una zona de abundantes polígonos industriales, que enseguida quedan atrás, conforme nos aproximamos a un trecho desde el que identificaremos el palacio de la duquesa de Riansares, en medio de una extensión arbórea de indudable interés ecológico. Arriba, a nuestra derecha, vemos alguna nave del polígono de La Vega, parroquia de Porceyo; aquí el arroyo viene a señalar la divisoria entre esta parroquia y la de La Pedrera, un buen lugar para reposar junto a la restaurada fuente La Pinganiella. Tras otro cruce, pasamos muy cerca de una quintana muy a destacar: la de Casa Rubiera, en La Pedrera, a la derecha de la vía verde.
Pasamos el regatu La Pedrera y un largo túnel iluminado, que pasa bajo la carretera Carbonera, nos dirige haciala parroquia de Leorio/Llorio. Allí, a nuestra izquierda, encima de unas huertas, está la finca La Torre, con las instalaciones del antiguo Centro Asturiano (actualmente Real Grupo Covadonga), en el bario de Mareo de Baxo. Luego llegamos al puentón (antiguo puente del ferrocarril), en donde hay otra área de descanso, con excelentes vistas al sur del valle de Llantones, El Picumil y l’Altu La Madera. Al reemprender ruta nos fijamos en la silueta de la antigua iglesia parroquial de Santa María de Leorio (X.XII), arruinada tras la Guerra Civil y no reconstruida. Abajo, al pie del puentón, quedó la casa en la que estuvo el famoso molín de Payares, uno de los muchos que funcionaban con el agua del arroyo Llantones, y donde se conserva una artística panera tallada.
Pasando bajo el viaducto de la autovía Minera, tomamos como referencia la silueta del Picu’l Sol, que identificamos al entrar en la parroquia de Samartín de Güerces por el barrio de Cagüezu, idílico paisaje rural dominado por los altos castilletes de los pozos de la mina La Camocha, a cuyos pies finaliza esta ruta. Descubierto hacia 1901 por iniciativa de los Hermanos Felgueroso, no se empezó a trabajar en el yacimiento hasta 1928.
Descansando, bien el área de descanso del final de trayecto o en el de la cercana fuente de Cagüezo, podremos decidir si regresamos por el mismo itinerario, si lo hacemos bajando a Granda o Roces, o si cogemos el autobús que pasa por las inmediaciones.