Asturias Naturaleza Minera

Un legado industrial único, donde la tradición y la modernidad se entrelazan, invitando a explorar la historia y la transformación de Asturias

Poblado Minero de Rioseco y Minas de Texeo

Poblado Minero de Rioseco y Minas de Texeo

Las minas prehistóricas más antiguas de Europa

Las minas de Texeo, ubicadas en la Sierra del Aramo, en el concejo de Riosa, están consideradas las más antiguas de Europa.  Las Minas de Texeo, llamadas así por la cantidad de tejos/texos que había en la Sierra del Aramo, están consideradas las más antiguas e importantes de Europa pues, tras varias excavaciones, se han hallado 26 esqueletos humanos que confirman la práctica de rituales sagrados para hacer ofrendas a la montaña. Los primeros mineros asturianos utilizaban astas, palos y otras herramientas con puntas de piedra, para excavar la montaña en busca de cobre, mineral demandado en una metalurgia primitiva, y muy utilizado en la confección de abalorios hace 4500 años.

La teoría más extendida es que Alejandro Van Straalen, director de las minas de mercurio de La Soterraña (concejo de Lena), redescubrió las Minas de Texeo en 1888. Explorando el bosque se percató del movimiento de las ramas de un árbol. Este balanceo fue provocado por una corriente de aire que salía de los pozos verticales excavados por los hombres primitivos. Sin embargo, estudios recientes le otorgan el descubrimiento a Adrien Paillette, en 1846.

Hasta comienzos de la Primera Guerra Mundial, la empresa inglesa The Aramo Copper Mines Ltd, extrajo cobalto y cobre de las minas. Entre la Dictadura de Primo de Rivera y la II República, la extracción se centró en el mineral azul. El cobalto se exportaba a otros países europeos para decorar vajillas de porcelana. Tras un parón, la Sociedad Minero Metalúrgica Asturiana (METASTUR) estuvo al frente de la explotación entre 1947 y 1960, fecha en la que se cerró definitivamente. 

The Aramo Copper Mines Ltd comenzó la construcción del Poblado Minero de Rioseco en 1892. Edificó 3 bloques de viviendas para los mineros, un edificio donde se encontraba la fragua y una cuadra de caballerías, otro donde se concentraron los servicios del poblado (bar, oficina y economato) y, alejado de todo ello -para evidenciar las clases sociales-, la Casa del Director.

La distancia entre Ḷḷamo y el Poblado Minero de Rioseco es de 1,5 kilómetros, en una ascensión continua y acentuada. La vegetación y el arroyo La Valluga hacen el recorrido menos cansado, pues es una zona sombría y húmeda incluso en verano. Continuamos el camino que bordea el poblado por el lateral izquierdo, hasta llegar a la planta de tratamiento, lugar donde trabajaban las mujeres de Rioseco. Allí separaban el cobre de los estériles, en las mesas de concentración. Para transportar el mineral utilizaban tolvas y cubas -aún visibles-, y luego lo molían. En 1954, seis años antes de su cierre definitivo, se instaló en Rioseco la primera planta de lixiviación amoniacal de Europa, sistema que sigue utilizándose actualmente en minas de todo el mundo.

El descubrimiento de los restos prehistóricos de la actividad minera en el Aramo por el ingeniero belga A. Van Straalen supuso la reanudación de la actividad de las Minas de Texeo en 1897. La compañía encargada de recuperar la explotación de los yacimientos de cobre y cobalto será The Aramo Cooper Mine Ltd. Sin embargo, la localización y el difícil acceso de las minas hizo imprescindible construir antes un espacio para el alojamiento de los trabajadores en la zona de Rioseco, al pie del Aramo, un poblado que contará con 3 edificios de viviendas de obreros, otro para vivienda del director o Casa de Ingenieros, el que albergará servicios como oficinas, economato y cantina y uno para cuadras. De ese primitivo conjunto de edificios e instalaciones se conservan los destinados a viviendas y cuadras,  restaurados e integrados en un proyecto de recuperación y puesta en valor de los restos de la minería de la zona.

Ascendemos hasta llegar a unos raíles con una vagoneta ornamental. Allí comienza la pasarela de madera y hormigón que termina en una estructura metálica que enmarca el paisaje, el Mirador de Texeo (2015). A pocos pasos del mirador se encuentra el acceso al Socavón de Rioseco, galería de arrastre que METASTUR diseñó para comunicar la planta de tratamiento y las Minas de Texeo. De esta manera evitaban la utilización tan costosa del plano inclinado y los transportadores que recorrían la ladera. El acceso tiene una verja cerrando el paso, aunque, cuando se rehabilitó el poblado, se adecentaron 150 metros de la galería para su explotación turística.

VISITA EL MONUMENTO PREHISTÓRICO DE LAS MINAS DE TEXEO

Tenemos por delante 3 kmpara salvar 500 metros de desnivel. La ruta, hasta el primer nivel, se realiza por el antiguo camino empedrado construido en 1892 por The Aramo Copper Mines Ltd.A partir de ahí se desdibuja y zigzaguea constantemente. A lo largo del trayecto nos encontramos con El Seltu, donde se ve parte del mecanismo del transportador; el segundo nivel, donde se conserva una torre de transformación eléctrica y el depósito de la Fuente Sayán, con cuyas aguas hacían el lavado del mineral en la planta de tratamiento; la Campa les Mines, donde hay una bocamina; y finalmente, en el cuarto nivel, el yacimiento prehistórico de las Minas de Texeo.

Si te atreves, puedes adentrarte en la cavidad para observar pequeños filones azulados de cobalto en las paredes. Si prefieres ser precavido, observa los pilares de piedra que dejaban para sujetar las bóvedas, es arquitectura con 4.500 años de historia. En un nivel superior, tras cruzar un muro, se encuentra el yacimiento de El Arrebolléu, de dimensiones más reducidas, pero más antiguo todavía.