Asturias Naturaleza Minera
Un legado industrial único, donde la tradición y la modernidad se entrelazan, invitando a explorar la historia y la transformación de Asturias
Mina de Llumeres
La mina de Llumeres, la más al norte de todas las asturianas, con sus instalaciones emplazadas en un entorno natural de singular belleza, en las proximidades del Cabo Peñas, frente al mar que tiñe de rojo su orilla al contacto con el mineral del acantilado, fue la más importante explotación de mineral de hierro de Asturias, tanto por la cantidad extraída como por el número de trabajadores empleados, la mayoría procedente de las parroquias limítrofes.
En ella se explotó el gran depósito de óxidos de hierro que forma el subsuelo de las parroquias de Bañugues, Heres y Verdicio, yacimiento del que se obtuvo más del 40% del mineral de hierro producido en nuestra región constituyendo, de los años diez a los cincuenta del siglo pasado, el yacimiento base de la minería de hierro asturiana.
Los inicios de su explotación se remontan a la época romana, siendo utilizado su mineral, extraído directamente de los afloramientos del acantilado de la playa, por los pobladores del castro de la Campa Torres. El yacimiento volverá a ser explotado en 1859 por laCompañía Minera de Gozón que dos años después vende la propiedad a la Sociedad Metalúrgica Duro y Compañía (Duro Felguera desde 1900), empresa que ampliará las concesiones y mejorará las infraestructuras, abriendo varios pisos de explotación en el acantilado y construyendo un puente cargadero de madera que se adentraba unos cincuenta metros en el mar, en cuya cabecera atracaban las embarcaciones para cargar el mineral con destino al puerto de Gijón, desde donde será trasladado en el ferrocarril de Langreo hasta su destino final, los altos hornos de la empresa siderometalúrgica en La Felguera.
Para salvar el problema del transporte del mineral desde la mina hasta la fábrica, a causa de la gran distancia existente entre ambas y las precarias comunicaciones terrestres, la empresa construirá en 1907 el actual muelle cargadero de fábrica que permitirá la entrada de vapores de mayor tonelaje y, en 1922, entra en funcionamiento un cable aéreo para el transporte del mineral en calderos hasta la estación de ferrocarril del Regueral, en Carreño.
Hasta la Guerra Civil se explotaron tres pisos, con bocaminas a distintas alturas sobre el acantilado, cuyas galerías seguían la capa de mineral durante dos kilómetros hacia el suroeste, hasta La Foz, en
la parroquia de Heres. En 1940 se construyó el pozo vertical que llegó a tener siete plantas, la última a 420 m de profundidad.
En 1961, formaban su plantilla más de 200 trabajadores, la mayoría de las parroquias de Bañugues, Viodo y Heres, extrayendo unas 70.000 toneladas de mineral, consumidas en su totalidad en los altos hornos de Duro-Felguera. En las instalaciones mineras siempre trabajaron mujeres en el exterior, como cargadoras de vagones, paleadoras de los calderos del cable aéreo o aguadoras; su presencia fue importante especialmente en la posguerra, años en que su número superó el medio centenar.
La mina dio trabajo, trajo riqueza y prosperidad,pero a cambio muchos trabajadores pagaron el duro tributo de sus vidas tiñendo de luto la gran “familia minera” gozoniega: entre 1915 y 1966, en solo 51 años, se produjeron más de 30 accidentes mortales, principalmente debidos a explosiones y derrumbes, tragedias a las que hay que añadir otros siniestros que causaron lesiones graves dejando mineros ciegos o paralíticos, y la silenciosa silicosis, enfermedad pulmonar que afectó a decenas de trabajadores.
La mina cesó su actividad en 1967 al agotarse el mineral de su capa cuarta, la de mayor calidad y riqueza en hierro. En 2009, por su valor histórico, industrial y arqueológico, quedó incluida en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias.